Un punto débil en el 'motor' hace crecer el cáncer de pulmón. Un talón de Aquiles a atacar, que puede convertirse en objetivo de tratamientos más eficaces. Un equipo de científicos británicos lo ha identificado en una interfaz importante con una proteína que estimula el desarrollo de tumores. esto es perdonar (receptor del factor de crecimiento epidérmico), y es Una proteína que tiene un papel «marco» en el esquema regulador del cáncer: Se asienta en la superficie de la célula y recibe señales moleculares que le indican a la célula que crezca y se divida. En definitiva, una valiosa función vinculante con la enfermedad. De hecho, en algunos tipos de cáncer, Egfr mutado estimula el crecimiento descontrolado y provoca tumores.
El estudio, realizado por la Instalación Láser Central (CLF) del Consejo de Instalaciones Científicas y Tecnológicas del Reino Unido (STFC), se publicó en la revista Nature Communication y utilizó técnicas avanzadas de imágenes láser para determinar los detalles estructurales de la proteína mutante, que ayuda a la evasión de fármacos. De hecho, existen muchos tratamientos contra el cáncer que bloquean e inhiben las mutaciones de Egfr con el objetivo de prevenir la formación de tumores, pero son limitados porque las células cancerosas suelen desarrollar con el tiempo mutaciones adicionales que son resistentes al tratamiento. Los investigadores destacan que esta investigación sienta las bases para futuros estudios con el objetivo de desarrollar tratamientos antitumorales a largo plazo..
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Hasta ahora, no se ha entendido exactamente cómo las mutaciones de Egfr resistentes a los medicamentos conducen al crecimiento tumoral, lo que obstaculiza nuestra capacidad de desarrollar terapias dirigidas. Los científicos profundizaron más, comenzando con imágenes de alta resolución de una mutación de Egfr resistente a los medicamentos que se sabe que contribuye al crecimiento del cáncer de pulmón.
Para obtener estas imágenes, se desarrolló una tecnología personalizada y ultra avanzada, cuyo nombre en código es “FLIMP”. El análisis reveló detalles estructurales de hasta 2 nanómetros. Mostró por primera vez con una resolución récord cómo interactúan las moléculas en un mutante Egfr resistente. Un análisis adicional realizado por un equipo de la Universidad de Ginebra (Unige) utilizó simulaciones informáticas avanzadas que, combinadas con el análisis de Flimp, pudieron proporcionar más detalles. Al comparar el Egfr mutante y el sano, los científicos identificaron las interfaces entre las moléculas que interactuaban en el mutante resistente.
«Este descubrimiento es la culminación de años de investigación y desarrollo tecnológico. Si esta interfaz demuestra ser un objetivo terapéutico eficaz, podría proporcionar un enfoque completamente nuevo para el desarrollo de fármacos muy necesarios», comentó Marissa Martin-Fernandez, directora del CLF. Octopus Group que realizó el estudio. El equipo llevó a cabo experimentos para profundizar en el mecanismo de direccionamiento: primero en células pulmonares cultivadas y luego en ratones, los expertos introdujeron más mutaciones en el Egfr resistente a los medicamentos, que se superponían con las interfaces recién descubiertas. En estas pruebas esto quedó demostrado. Una mutación adicional impidió que el cáncer creciera, lo que provocó que los ratones no desarrollaran tumores.. El hallazgo sugiere además que la capacidad del Egfr mutante para promover el cáncer depende de estas interfaces.
La investigación también demuestra «el poder de las imágenes para comprender mejor el funcionamiento interno del cáncer», señala Gilbert Frohwirth, líder del Grupo de Terapéutica de Imágenes y Cáncer del King's College de Londres, quien validó los hallazgos en animales. Los investigadores ahora esperan que estas interfaces sirvan como objetivos potenciales para nuevas terapias que puedan superar la resistencia adquirida por las mutaciones de Egfr. «Este logro ha sido posible gracias a una combinación de simulaciones de vanguardia y técnicas experimentales que ahora pueden 'visualizar' la dinámica del tumor con un 'detalle sin precedentes'», señala Francesco Luigi Gervasio (Unige).
La resolución del microscopio fue llevada “más allá de los límites de la imaginación”, añade Yiannis Galdadas (Unige), quien dirigió las simulaciones. «Es casi posible 'tocar' el sitio de la mutación y ver el efecto», afirma. En otros estudios en curso en CLF, el método de investigación se está probando en otras mutaciones del EGFr que también se sabe que contribuyen al cáncer de pulmón. El objetivo es determinar si esta interfaz tiene un papel potencial en el desarrollo de otros tumores, incluido el cáncer cerebral.