Antes de partir de Lituania, el presidente estadounidense habló sobre los desafíos que le esperan a Occidente
Joe Biden llegó a Finlandia para el tramo final de un evento europeo de tres días que culminó con la cumbre de la OTAN en Vilnius. Está prevista la celebración de una cumbre entre Estados Unidos y los países del norte de Europa en Helsinki, durante la cual se discutirá la cooperación entre las dos partes en materia de seguridad, medio ambiente y tecnología.
Volviendo a lo ocurrido en Lituania, el presidente estadounidense se pronunció antes de abandonar el país sobre los retos que le esperan a Occidente. “Nunca debes olvidar lo importante que es todo esto y nunca renunciar a un mañana mejor”, dijo Biden en una conferencia de prensa. «Defender la libertad no es el trabajo de un día o de un año, es el llamado de nuestras vidas, para todos los tiempos. Estamos listos para luchar en el futuro. Nuestra unidad no será sacudida, lo prometo».
Una cumbre agridulce para Zelensky
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, salió de la cumbre con un historial mixto. No consiguió un calendario de miembros de la OTAN, pero consiguió un nuevo consejo OTAN-Ucrania, que reduciría el número de rondas de adhesión de dos a una, y un paquete para acercar a Kiev a la alianza. “No he cambiado mi punto de vista”, las palabras del jefe de Estado ucraniano. «Lo más importante es que tenemos un entendimiento común sobre las condiciones bajo las cuales Ucrania se unirá a la OTAN. Quizás no se hayan revelado todos los detalles, pero para mí es muy importante que dependa de la seguridad».
Al final de la cumbre, Ucrania recibió más apoyo logístico y militar: más tanques Patriot y defensas antimisiles, garantizados por Alemania; más misiles de largo alcance prometidos por Francia; Equipo de entrenamiento para pilotos ucranianos en cazas F-16.
A pesar del apoyo militar, el presidente ucraniano Zelensky no ocultó su decepción por no recibir una respuesta de la alianza occidental sobre cuándo su país se incorporaría a la OTAN.