Caracas. El Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) reportó que ha procesado 2.065.733 inscripciones durante 2025, consolidando su papel como uno de los principales entes de formación técnica y ocupacional del país. La cifra, alcanzada en los 24 estados, refleja el interés de la población venezolana por programas de capacitación en sectores productivos como turismo, agricultura, industria, telecomunicaciones y construcción.
El proceso de inscripción se mantiene abierto de forma permanente mediante la aplicación móvil “Inces App”, disponible tanto para dispositivos Android como iOS. Con esta herramienta, la institución busca simplificar los trámites y facilitar el acceso a la formación desde cualquier lugar.
Oferta académica diversificada
Actualmente, el Inces dispone de 798 formaciones en modalidad presencial, además de un campus virtual para la educación a distancia. La metodología utilizada se centra en unidades curriculares, diseñadas como programas cortos e independientes que permiten al participante avanzar a su propio ritmo.
Según la institución, este esquema facilita la integración progresiva de competencias. Una persona que complete la ruta de varias unidades relacionadas puede optar por uno de los 180 perfiles ocupacionales, orientados a formaciones más integrales que responden a las necesidades del mercado laboral.
Cobertura nacional
El informe presentado por el organismo detalla cómo se distribuyó la atención formativa. El 59,59% de los participantes acudió a las sedes principales, lo que representa la mayor parte de la cobertura. Le siguieron las comunas, que concentraron el 15,86% de los inscritos, confirmando el interés comunitario en programas de capacitación.
El Inces también llevó sus formaciones a otros espacios, incluyendo entidades de trabajo, liceos y unidades militares. Con ello, se busca diversificar los escenarios de enseñanza y abarcar a poblaciones que no siempre tienen acceso directo a los centros tradicionales.
Impacto en la economía productiva
La institución enmarcó estos logros en el contexto de los retos económicos nacionales. De acuerdo con la información divulgada, la formación brindada “benefició a la población venezolana con herramientas para el desarrollo productivo”.
Asimismo, el Inces subrayó que su propuesta educativa “contribuye a ampliar el espectro económico nacional, avanza hacia la soberanía económica y supera el modelo rentista petrolero”. Estas afirmaciones apuntan al objetivo de transformar la matriz económica del país a través de la capacitación y el fortalecimiento del talento humano.
Formación permanente y tecnológica
El desarrollo de la “Inces App” representa un paso en la modernización de la institución. Al ofrecer un sistema de inscripción abierto todo el año, el organismo responde a la creciente demanda de flexibilidad por parte de la población, especialmente de jóvenes y trabajadores que buscan compaginar estudio con actividades laborales.
El campus virtual también se ha convertido en un componente clave. Permite que personas de regiones alejadas participen en cursos sin necesidad de trasladarse a las ciudades principales, lo cual se traduce en una mayor inclusión territorial.
Retos y proyecciones
Si bien las cifras muestran un crecimiento notable, la consolidación de la calidad educativa sigue siendo un desafío. La diversificación hacia 180 perfiles ocupacionales es un avance, pero requiere actualización constante para responder a las transformaciones tecnológicas y productivas del país.
En paralelo, la participación en comunas y liceos abre la puerta a nuevos modelos de colaboración con gobiernos locales y con el sistema educativo formal. Esto podría reforzar el impacto de la capacitación en comunidades con menor acceso a oportunidades formativas.
Perspectiva empresarial
Desde la óptica del sector empresarial, el volumen de inscripciones puede contribuir a reducir brechas en áreas críticas como telecomunicaciones e industria. Para analistas del mercado laboral, la masificación de programas técnicos ofrece un horizonte de mayor productividad, aunque el desafío estará en conectar la formación con la creación de empleos sostenibles.