La Reserva Federal comienza a aumentar las nuevas tasas de interés en un esfuerzo por detener la oleada de inflación. A pesar de los cinco aumentos en el costo del dinero desde principios de año, los precios se han mantenido en máximos de 40 años, lo que obligó al banco central a continuar con su estrecha hoja de ruta de aumentos. En su próxima reunión del miércoles 2 de noviembre, se espera que la Reserva Federal eleve el costo del endeudamiento en 75 puntos básicos, el cuarto aumento consecutivo de esa magnitud. Se prevén más ajustes en los próximos meses.
Goldman Sachs: tipos del 5% en marzo
Según Goldman Sachs, el banco central subirá las tasas de interés en 50 puntos básicos en diciembre y luego las ajustará en 25 puntos básicos en febrero y marzo, cuando el costo de los préstamos alcance el 5%, un nivel superior al estimado previamente. Ante la línea dura de la Fed, los temores a una posible recesión en EE.UU. se han multiplicado en un contexto de profunda incertidumbre global entre las tensiones geopolíticas y la guerra en Ucrania.
La fortaleza del dólar también es motivo de preocupación: con los aumentos de la Fed, la moneda estadounidense se ha fortalecido frente a las principales monedas, lo que complica la lucha contra la inflación por parte de otros bancos centrales, aumentando las ganancias corporativas estadounidenses en $ 10 mil millones solo en el tercer trimestre.
La Reserva Federal, al igual que otros grandes bancos centrales, está comprometida en un delicado acto de equilibrio: por un lado, la feroz batalla contra la inflación y, por el otro, evitar que la batalla desate un nuevo conjunto de amenazas, incluida la peligrosa inestabilidad financiera. Los banqueros centrales saben que, en ausencia de una fuerte acción del precio ahora, el riesgo es que tendrán que avanzar con más fuerza más adelante.
Riesgos de recesión
Pero a medida que aumentan las tasas de interés, también lo hace el riesgo de una recesión. En resumen, la Fed y otros bancos centrales se están poniendo en riesgo si no elevan las tasas de interés lo suficiente y si las aumentan demasiado. El primer riesgo es la estabilidad financiera en un momento en que los mercados son particularmente volátiles, como lo demuestran las tensiones en los fondos de pensiones del Reino Unido. El trabajo de las instituciones centrales también se ve complicado por los gobiernos que, en un esfuerzo por aliviar el costo de la energía y el costo de vida de las familias, corren el riesgo de moverse en la dirección opuesta a la de los bancos centrales con consecuencias nefastas.